La hoguera de San Antón.

Hoy es un día entrañable. Vivo junto a la plaza y hoy se está montando la hoguera de San Antón. Me he levantado y me he asomado a la ventana y he sentido algo que hace mucho tiempo que no sentía... Es un sentimiento nuevo, entrañable y algo que sientes cuando tienes un recuerdo bueno de algo en la cabeza. Al verla, he recordado lo que hace unos años lo que hacía yo. Hoy era un día en el que todos los jóvenes del pueblo nos separábamos de la hoguera principal de la plaza para montar nuestras propias hogueras. Había tres hogueras más que la principal: estaban los pequeños, que se divertían con su pequeña hoguera ayudados por gente mayor del pueblo; luego estábamos nosotros, los jóvenes, que ya sin adultos hacíamos lo que podíamos para hacer nuestra hoguera, juntando nuestro dinero y comprando la cena para cenar. Era increíble, sentirte "mayor" por hacer ese tipo de cosillas. Luego, estaban los mayores, que siempre te tentaba ir con ellos, por el echo de ser "los mayores" pero tenías esa pequeña vergüenza que te impedía ir. La hoguera de ellos era mucho más grande, lo tenían todo mejor organizado, por eso, acabábamos siempre terminando por ir, aunque nos cortáramos al principio. Era una sensación especial, el sentirte aun "mas mayor" por ir con ellos, soñando que algún día podrías hacer lo que ellos hacían, era algo mágico el sentirte así... lo pasábamos genial. Los más valientes jugaban a saltar la hoguera cuando había perdido gran parte de su volumen, que por aquel entonces, te parecía un héroe el que la conseguía saltar. Eran sensaciones diferentes, extrañas que ahora hacen que me sienta nostálgica... que bonitos eran aquellos tiempos, que ya no volverán.