Un grupo de ranas saltaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un agujero profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron su profundidad, les dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo que era imposible, que se dieran por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera de aquel agujero, con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo de que sus esfuerzos eran inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía sentido seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir de aquel profundo agujero. Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos alegramos mucho de que hayas conseguido salir, a pesar de lo que te gritábamos." La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
MORALEJA:
1- La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo al finalizar el día.
2- Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentra desanimado puede ser lo que acabe por destruirle. Tengamos cuidado con lo que decimos.
jueves, 29 de agosto de 2013
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