¿Pensabas que me iba a olvidar?

Hace ya once años que no te tengo y sinceramente te echo de menos. Son muchas las veces que imagino que estás conmigo, con nosotros y te aseguro, que es algo maravilloso, pero me deprimo cuando despierto de ese magnífico sueño y veo que en realidad no estás aquí. Hoy hubiera sido un día especial para ti y para todos nosotros; es tu cumpleaños y he aprovechado esta fecha para nombrarte en este espacio tan importante para mi, por eso quería hacerte partícipe una vez más de este rinconcito. Hoy es tu día, y por ello, deseo que seas feliz allí donde estés, porque estoy segura de que lo serás. No quisiera alargar esto mucho más, ya que te diría tantísimas cosas que no me atrevo a escribir porque no me veo capaz de escribirlo como te mereces. Solo te diré una cosa más y es que algún día espero poder estar contigo y abrazarte. Desgraciadamente, la vida nos ha separado demasiado pronto, sin poder disfrutar el uno del otro, pero estoy segura de que algún día nos volveremos a encontrar, ya que ambos lo merecemos. Me dejaste aquí tres pilares importantes en mi vida, como lo son tus padres y tu hermano a los que quiero y necesito. No te olvidamos ni te olvidaremos jamás. Te queremos.