Su segundo cumpleaños ♥

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El perro que vive con nosotros, nos tiene cogida la medida. Cuando quiere algo ladea la cabeza y pone ojos de dar pena y nos sigue hasta que le damos lo que quería; luego se va con su trofeo a un rincón, a su aire. Si hace algo mal, cuando le riñes se apoca y somete y se porta bien una temporada, hasta que hace una nueva trastada, no muy grande, pero otra.

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Hoy, mi pequeño gigante, Nayim, cumple dos añitos. Él llegó aquí en uno de mis peores momentos, gracias a un pacto con mi madre... que si he de decir la verdad, lo incumplí. Lo mejor que me pudo pasar todo este tiempo malo, fue tenerlo en casa. Cuando me ponía mala, yo notaba que el lo sentía, y me hacía cositas, me acompañaba e incluso dormía al lado de mi cama, en el suelo. Cuando yo estube tanto tiempo separada de él, lo echaba de menos. Una tarde, creedme que fue una de las más felices que pasé allí, mi padre me lo trajo a la puerta del hospital. Ninguno de vosotros os podéis imaginar como se alegró al verme, como corría por allí para llamar mi atención y cuántos besos me daba! Para muchos, puede parecer una tontería, pero para mí este perro es algo muy especial. Es cariñoso y muy agradecido. Lo quiero y se hace querer por todo el mundo.