Hoy hace un año.

Parece menos tiempo, porque he estado mucho tiempo allí, en aquella conocida "casa grande". Han sido cinco duros e interminables meses, pero hoy puedo decir que me encuentro bien, afortunadamente. Fue la tercera vez que pisaba aquella planta que hoy en día, da nombre a este blog, del cuál estoy encantadísima. No es que esté orgullosa, ni mucho menos, de lo que me ha pasado... pero si de algo estoy segura, es lo de que he aprendido. Unas de las cosas que he aprendido es que para mi, creo que es la más importante, es valorar lo que tenemos, que mucha gente quisiera tener, pero no puede. No apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos o carecemos de ello algún tiempo. Os podría contar todas las aventuras que he pasado por allí, las peripecias que me han hecho pasar, todo lo que sentía al ver como esa pesadilla no acababa nunca. Hay una cosa muy importante de la que me di cuenta; y es a la cantidad de gente que le puedo llegar a importar, y yo, era prácticamente inconsciente de ello. Familia, amigos, amigos de amigos, amigos de familiares, conocidos... pero gente que estando cerca o lejos, se han preocupado en llamar, mandar un mensaje o simplemente preguntar a terceras personas solo por saber como me encontraba, eso es infinitamente de agradecer. Como suelo hacer siempre, recordar a el equipo de profesionales que hay en esa "planta 5", sobre todo de ÉL... los cuales me demostraron que valía la pena luchar y seguir adelante, y con toda la confianza del mundo me confesaron que TODOS ELLOS estaban MUY ORGULLOSOS DE MI, por mi paciencia, ya que era muy joven y sobretodo por el carácter que mostraba y humor.

GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS

QUE EN AQUEL MOMENTO,

GASTÁSTEIS UN SEGUNDO DE VUESTRA VIDA

POR PREOCUPAROS POR MI.

MIL GRACIAS.