Ayer iba a ser una tarde especial, volvíamos a juntarnos y quedamos a comer. Mi sorpresa llegó en la Plaza del Pilar, sitio precioso de Zaragoza acompañada de Natalia, Patri y Natalia, que es allí donde me taparon los ojos de una forma original, de manera que yo no sospechaba nada. Andamos y andamos hasta un lugar, que yo hasta el momento desconocía. Una vez allí, se incorporaron Cris y Anaís, pero yo no lo sabía. (Ellas estaban preparando la otra parte de la gran sorpresa) La verdad, que lo montaron de miedo porque estaba todo perfecto. Cuando llegamos al destino final, era la hora de quitarme el pañuelo de los ojos y ver por fin aquel lugar lleno de voces de niños. Cuando mis ojos pudieron ver todo aquello flipé, era precioso, perfecto... pero no sabía dónde estábamos, hasta que me dijeron que eral Helios y ya flipé en colores. Al girarme vi que me habían decorado la zona, globos azules y blancos por el Real Zaragoza, amarillos con sonrisas por el mundo Amarillo, "Farrus Supernenas", "Si se puede", "Felicidades Mapy", "Te queremos", el escudo del Real Zaragoza, echo a mano por la artistaza Cris y también estaban ELLAS... no recuerdo un cumpleaños tan bonito y precioso como este. Era todo precioso, maravilloso, perfecto. No imaginaba semejante preparativo, ni tan perfecto lugar. Yo les tenía una pequeña sorpresa, y eran unas bolsas de chuches, una para cada una! Ellas me dieron los regalos; había un menú especial, de la mano de Cris: chorizo, longaniza a la brasa y hamburguesas acompañado todo de unas buenísimas patatas, olivas y también lechuga para picar. Tambien me regalaron una sudadera amarilla, con una sonrisa, haciéndome un guiño al relacionarla con el mundo amarillo. También había una caja con un mensaje precioso y dentro de ella un cuadernito para escribir mi mundo, la verdad que lo que quería, lo necesitaba porque hay cosas que aquí no las puedo escribir. La tarde pasaba amenizada por una música ideal, que Cris se encargó de regalarnos un CD para cada una, un detallazo y una sorpresa ideal. Hubo velas, deseos, soplidos... y la verdad, que una vez mas no les faltó la imaginación. Éramos seis, faltaba nuestra Lara, que no pudo estar pero estuvo muy presente durante la tarde, cogieron seis donuts y los pusieron de una forma original, de manera que en el de más arriba iba ese 21 especial, el cual guardaré con un cariño interminable. Comimos reírmos, cantamos y nos fuimos al césped a reporsar. La tarde fue increíble, como siempre llena de risas y yo feliz, acompañada de las mejores. Estas tardes llenas de risas y fotos son impagables. No sé como describir bien el día de ayer, ya que fue maravilloso y jamás, jamás, lo olvidaré. Desde aquí quiero daros las gracias de corazón, por esa sorpresa y por hacerme pasar un día tan grande como lo fue ayer. No lo voy a olvidar en la vida. No sabéis como os quiero. Sois las mejores!
Cuando al soplar las velas, pides un deseo
y pides que esa amistad dure para siempre.