Justo hoy, hace cinco años, abría este blog en una asignatura del instituto. Lo que en un principio era un proyecto de clase, terminó por llegar mucho mas allá que algo imprescindible en mi vida. En estos cinco años he vivido alegrías, muchas alegrías y he conocido a gente maravillosa, pero también he vivido muchísimas desgracias, acompañadas de duros palos, que poco a poco he ido curando. Tal vez sea ese el motivo que me ha empujado a cerrar todo esto, a guardarlo como parte de mi vida y cerrar ahora, ya que veo que es el momento oportuno porque verdaderamente me estoy "olvidando" de cosas que pensaba que nunca iba a olvidar. Tengo entradas de todo tipo, de cosas de mi vida, de cosas que me gustan, como el Real Zaragoza, dedicadas a gente importante para mi y de mil momentos que he vivido, para bien y para mal. La peor época que he pasado en mi vida está plasmada aquí, no tan clara como se pudiera contar, pero contada, refugiada en frases de canciones o en alguna ocasión de forma mas clara y concisa. La verdad que llevo unos meses sin escribir nada interesante y es por eso por lo que siento que esa puerta se ha cerrado y pese a que me duele acabar con todo esto, tenía ganas de sentirme así, liberada... aunque realmente, esa etapa es algo que jamás voy a borrar... y tampoco quiero, pasarlo tan mal te hace madurar, valorar cosas importantes que antes se pasaban por alto y aprender.
En esta despedida tan sentida quiero agradeceros a todos y cada uno de vosotros que perdisteis un momento de vuestro tiempo para entrar aquí y leer alguna cosa mía, ya sea a posta o de rebote; a ti Jorge, que sé que estás en contra de todo esto, no estás de acuerdo de este cierre pero sintiéndolo mucho, lo siento así y creo que es ahora el momento, cinco años después. Tu sigue en esto todo lo lejos que lo sientas, de verdad para mí ha sido algo maravilloso y tu tienes que seguir haciéndonos disfrutar con tus escritos. Quiero agradecer a José Gilaberte, aquel profesor que nos propuso este "proyecto" y que me enseñó personalmente todas y cada una de las cosas que he ido aplicando en entradas sucesivas. Él me animó a seguir escribiendo, a que no solo se quedara en un proyecto de clase, porque a él le gustaba como escribía y el entusiasmo que ponía en cada una de mis entradas. A Laura y a Andrea, compañeras de clase que con unas cosas u otras me ayudaron siempre que lo necesité. Agradecer a mi ejemplar familia, (que alguno que otro ha entrado por aquí) por la paciencia, la fuerza, los ánimos cuando todo ha ido francamente mal. Sobretodo la paciencia e incertidumbre de unos padres que no pueden hacer nada por su hija... solo podían confiar y creer en que todo iba a ir bien. A mi hermana, que pese a ser tan joven y no comprender lo que pasaba estuvo ahí y luchó madurando tal vez antes de lo que debía. A mis amigos, de de una forma u otra, de aquí y de allá se interesaron y me acompañaron cuando los necesité, empujándome hacia adelante. Por último y no menos importante agradecerle a él, a mi médico, que se metió por aquí en varias ocasiones y leyó como me sentía y lo que escribía de él. Un profesional que conmigo siento que pasó esa barrera de médico-paciente, tratándome como alguien allegado a él. ¡GRACIAS!
Escribiría miles y miles de cosas, pero se haría una entrada infumable e interminable y tampoco es plan de escribir un texto enorme como despedida. No lo alargaré más, ya que creo que no merece la pena, lo que os quería escribir lo he escrito y os lo he dicho de forma mas breve por no hacerlo pesado.
Gracias, de corazón. Ha sido muy útil para mi todo esto. Tal vez lo eche de menos, pero jamás volveré a esta planta 5... igual de otra manera.
¡Hasta siempre!
martes, 5 de noviembre de 2013
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